Hace algunos años, debíamos ir a un sitio y, para cortar bastante camino, teníamos que atravesar un trayecto arriesgado. Nadie, que no fuera de la zona, podía pasar por allí. La solución que nos dieron fue llamar a un hermano que conocía a los malandros del lugar. Lo mandamos a buscar y al llegar sentimos tranquilidad. Al partir y por el camino nos fue dando instrucciones que debíamos seguir al pie de la letra, para no tener inconvenientes.
Creo que hay dos maneras de alejar el temor de nuestras vidas. Ambas están al alcance.
La primera es estar plenamente convencidos de que Dios está con nosotros siempre. Su compañía basta para enfrentar cada una de las situaciones que vivimos día a día. Su presencia es real y verdadera. La Biblia nos ayuda a que esa convicción se fortalezca y no haya lugar para el miedo.
“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” Isaías 41:10 NVI. “Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas” (Josué 1:9 NVI). “El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal? Salmos 118:6 NVI: "El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes”. Deuteronomio 31:8 NVI
La segunda es escuchar o leer su palabra que nos invita a no dar cabida al temor. Si Dios lo dice, se puede lograr. Su palabra en nuestro corazón genera confianza y valentía en medio de la tempestad o turbulencia.
“Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré”. Isaías 41:13 NVI “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí” Juan 14:1 NVI “No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino” Lucas 12:32 NVI.
En conclusión, la compañía de Dios sumada a su firme palabra producirá que el miedo se aleje y podamos vivir en libertad. Ante su activa presencia no existe temor que prevalezca.




