El diseño de sonrisa, es un procedimiento odontológico que permite
darle al paciente, un mejor aspecto a su dentadura, mejorando su salud y
bienestar emocional. Consiste en tomar fotos y radiografías, que después, van a
un programa avanzado para diseñar la sonrisa ideal. Luego, se le presenta el
diseño al cliente, para ver si son los
cambios que espera o quiere hacer, sean dientes más blancos, más cortos o más
unidos. Ya proyectada y visualizada la sonrisa, se espera la aceptación del
solicitante, para iniciar el trabajo requerido.
Hay una sonrisa que es muy natural, sencilla, sincera y espontánea,
la que se refleja cuando se hace algo bien.
Generalmente, cuando el atleta cruza la meta, el bateador conecta un
vuela cercas, al boxeador le levantan la mano, surge la sonrisa, casi
inmediatamente.
Es la que se dibuja en el rostro, por la satisfacción de hacer algo
bueno por otros o cuando la tarea queda bien hecha.
Me imagino, que esta sonrisa estaba en el rostro de Jesús, cuando
dijo en la cruz: “CONSUMADO ES” dando como finalizada, impecablemente la obra
encomendada por el Padre.
Este tipo de sonrisa emerge de la satisfacción del deber cumplido.
Sin notarlo, se hace, incluso estando a solas. Ocurre cuando se realiza un acto
de servicio y se conoce que produjo algún cambio, un beneficio para una persona
o para un grupo particular. La persona puede estar seria o molesta, pero cuando
alguien dice, que gracias a ella, sabe cocinar, exponer, pintar, leer, cocer,
manejar o redactar, la cara
inmediatamente cambia.
Estoy seguro, que de esta manera, sí se logra la verdadera salud
física y emocional. Se cambia y también el mundo es transformado. Entonces, a
realizarlo más a menudo.
Tal vez sonriendo, el Apóstol Pablo
escribió: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos,
si no desmayamos” Gálatas 6:9.
Después de un acto de servicio, Dios diseña para tu rostro, la mejor
y más bella sonrisa.
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