miércoles, 11 de marzo de 2020

La crisis terminará



Una mujer se acercó al profeta Eliseo y le describió el momento crítico por el cual estaba pasando. Su marido, profeta también, había muerto, pero en vida había contraído una gran deuda. Por no cancelarla, el prestamista vino para llevarse a sus hijos y esclavizarlos, como pago del compromiso incumplido. El profeta, después de oírla le pregunta: ¿Qué tienes en casa? Ella responde: una vasija de aceite. Busca muchas vasijas prestadas y encerrada en tu casa con tus hijos llénalas y ponlas aparte, le pidió Eliseo. La viuda lo hizo así y el aceite se multiplicó. La mujer regresó para contar lo ocurrido y recibió la instrucción de vender el producto, para cancelar la deuda y vivir bien el resto de los días.
La crisis es un tema común para muchos. Países, familias, iglesias, organizaciones o empresas han atravesado en alguna oportunidad, por lo menos una muy significativa.
Las crisis inician, se desarrollan y concluyen. Cuánto duran, no lo sé. Pero, sí, que así como inician, se desvanecen. Ellas tienen un propósito y por lo tanto, no tiene sentido durar más de lo establecido. Ni mucho, ni poco. Es como cuando se llena un vaso con agua, no se vierte más de lo debido, seria absurdo.
El escritor del libro de Reyes, no especifica cuánto duró el momento crítico de la viuda. Solamente describe su inicio y su final feliz. La escasez, la hambruna, la deuda, el miedo, la humillación, la derrota y la angustia,  terminaron, dejaron de existir para ella y su familia.
Dios permite las crisis, pero no como castigo y jamás te dejará sin su compañía. Hace un seguimiento, día a día, mes a mes y año a año, es decir, todo el tiempo de la prueba. La fe en un Dios compasivo, debe sobrevivir en medio de las aguas agitadas de la crisis.
Existen varios de tipos de crisis. Las hay familiares, laborales, emocionales, espirituales, económicas, entre otras y todas tienen algo en común; tienen un final.
Por muy grande que sea la angustia, ten paciencia, espera en oración. ¿Ha sido muy larga? Tal vez está por terminar, mientras más tiempo tenga, significa que le queda poco. Dios tiene en su mano el límite de tu crisis y también la bendición.
“Pues nosotros consideramos felices a los que soportan con fortaleza el sufrimiento. Ustedes han oído cómo soportó Job sus sufrimientos, y saben de qué modo lo trató al fin el Señor, porque el Señor es muy misericordioso y compasivo” Santiago 5:11 (DHH)

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