lunes, 30 de marzo de 2020

Quiero verte feliz


De magia me vestiré,
Para verte feliz.
Con capa larga bicolor
Y sombrero negro, elegante.
¡A la cuenta de un, dos, tres!
Del viento sacaré
Chupetas y barquillas. 
Mi varita acaramelada
Endulzará tu corazón.

De payaso me vestiré,
Para verte feliz.
Con pantalón ancho y remendado
Y corbata corta con botones.
Con peluca media calva,
De rojo fuego la nariz.
Chistes repetidos,
Historias tontas y divertidas
Contaré sólo para ti.
Del monociclo me caeré
Cien veces para hacerte reír.

Con magia y payasadas
Provocaré risas sin fin.

Te quiero, mi niña.
Quiero verte feliz.

Lucerito



Lucerito que iluminas la noche.
Acompaña a mi papá cuando va de pesca.
Alumbra el charco donde juego con mi primo.
Cuida a mi gallina Pepita, del zorro malvado.
Guía al bachaco, que en silencio busca su comida.
Aplaude el canto de sapos y grillos.
Alumbra a mi perra Canela, que se quedó dormida.
No despiertes al loro de mi abuelo cuando descansa.
No delates a mi hermano que juega al escondido.

A problemas difíciles, soluciones inesperadas



Un pastor tiene que atravesar a la otra orilla de un río con un lobo, una cabra y una lechuga. Dispone de una barca en la que solo caben él y una de las otras tres cosas. Si el lobo se queda solo con la cabra se la come, si la cabra se queda sola con la lechuga se la come. ¿Cómo debe hacerlo? Solución: El pastor pasa primero la cabra, la deja en la otra orilla y regresa por el lobo. Al cruzar, deja al lobo y vuelve con la cabra, deja la cabra y cruza con la lechuga. Por último, deja la lechuga con el lobo y regresa por la cabra.
En las Sagradas Escrituras encuentro cómo Dios resuelve a su manera “ilógica”, situaciones que a los seres humanos parecen complicadas.
Veamos algunas de ellas. Segunda de Reyes 3, narra que cuando Joram rey de Israel, Josafat rey de Judá y el Rey de Edom  iban en contra del Rey de Moab, rodeando el desierto por siete días se les acabó el agua para ellos y sus animales. Al consultar al profeta Eliseo, éste dice que abran muchos estanques porque se llenarán sin lluvia. ¿Extraño no? Pues, al amanecer, vinieron aguas por el camino de Edom y se llenaron los estanques que habían abierto. De una manera inesperada Dios solucionó un problema colectivo y el trío de reyes obtuvo la victoria.
La próxima historia también se encuentra en 2 Reyes, pero el capítulo 6.
Los hijos de los profetas decidieron agrandar el lugar donde habitaban y fueron al Jordán, en compañía del profeta Eliseo, a buscar madera para la construcción. Mientras uno de ellos cortaba un árbol, se le cayó el hacha en el agua e inmediatamente solicita la ayuda del profeta, porque era prestada. ¿Dónde cayó? Preguntó Eliseo, y él le mostró el lugar. Entonces el profeta cortó un palo, y lo echó en el sitio indicado; e hizo flotar el hierro. Contra las leyes naturales, el Señor dio solución a un problema laboral.

El tercer acontecimiento, se lee en Mateo 17:24-27. Sucedió que a Jesús  y a sus discípulos, al llegar a Capernaúm, los que cobraban el impuesto del templo se acercaron a Pedro y le solicitaron el respectivo pago.

Para cancelar el tributo, el Maestro le dice a Pedro: “vete al lago y echa el anzuelo. Saca el primer pez que pique; ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y dásela a ellos por mi impuesto y por el tuyo” ¡Increíble! Quién lo iba a imaginar. Un problema económico resuelto milagrosamente.
Y por último, un hombre recibe sanidad.  Marcos 7:31-37 cuenta que cuando  Jesús llegó al Lago de Galilea, le llevaron un sordo y tartamudo, para que pusiera su mano sobre él. Sin embargo hizo otra cosa. Lo llevó a un lado, aparte de la gente, le metió los dedos en los oídos y con saliva le tocó la lengua. Luego, mirando al cielo, suspiró y dijo al hombre: ¡Efatá! (Que significa: ¡Ábrete!) Un problema personal, resuelto de forma inexplicable.
No importa el tipo de dificultad que tengas, sea comunitario, laboral, económico o personal, Dios tiene una solución inesperada, fuera de la lógica humana, porque él va más allá, ve otras alternativas. Solamente confía y espera, que te puede sorprender.
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3

Un día con los animales


Buenos días amigo Ratón,
Qué bien luce su negro corbatón.

Buenos días Don León,
Siempre será usted el campeón.

Buenas tardes señor Manatí,
Aquí tiene su helado de maní.

Buenas tardes Doña Lora.
¿Podría decirme la hora?

Buenas noches señora Araña,
Usted teje lo que otro daña.

Buenas noches amiga Lechuza.

¿Por qué lleva linterna si no la usa?


miércoles, 11 de marzo de 2020

Jesús se interesa por ti, mujer



La cultura oriental le da poca o ninguna importancia a la mujer y la coloca en un lugar donde es nulo su valor ante la sociedad.
La Biblia, un libro nacido en la cultura oriental, nos muestra cómo Jesús le da un lugar muy especial a la mujer, tomándolas en cuenta en muchas oportunidades.
Quiero resaltar solamente tres de ellas. De la primera, se lee en Lucas 7:11-17 y es una viuda en la ciudad de Naín. Esta mujer, acababa de perder también a su único hijo. Jesús, al verla se compadeció de ella y acercándose, con palabras de consuelo, le dijo que no llorara más. Y luego de resucitar al joven, se lo entregó. El Maestro vio su angustia, su dolor e inmediatamente se acercó a ella para restituirle lo valioso que había perdido.
La segunda historia, se encuentra en Lucas 8:43-48. Era una mujer que padecía de flujo de sangre por muchos años. Ella se acercó a Jesús, porque estaba segura que al tocarlo, recibiría la sanidad de su terrible mal. El Señor ni la rechazó, ni tampoco la ignoró. Le prestó tanta atención que quería verla y saber quién era. Ya teniéndola a sus pies, tiernamente la llama hija y luego se despide de ella diciéndole que se fuera con tranquilidad y paz. ¡La salvó y la sanó! Jesús se dejó tocar, estuvo a su alcance en la necesidad.

La última narración, está en Juan 8:2-11. La llaman la mujer adúltera, porque los escribas y fariseos se la trajeron a Jesús, por haberla encontrada cometiendo adulterio. El Señor Jesucristo con mucha tranquilidad manejó este caso. Le brindó aceptación, alejó todos sus acusadores, no la apedreó, ni la condenó, como todos esperaban y la perdonó públicamente. Le dio una nueva oportunidad, para que llevara una vida correctamente.

Si eres mujer, Jesús también se interesa por ti. Conoce tu necesidad, aflicción, dolor y temor. Se acerca para que recuperes lo perdido, para sanar las heridas del cuerpo y del alma, para darte otra oportunidad de tener una nueva vida, sin pasado que te atormente y avergüence.

…, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, … 1 Pedro3:7

La crisis terminará



Una mujer se acercó al profeta Eliseo y le describió el momento crítico por el cual estaba pasando. Su marido, profeta también, había muerto, pero en vida había contraído una gran deuda. Por no cancelarla, el prestamista vino para llevarse a sus hijos y esclavizarlos, como pago del compromiso incumplido. El profeta, después de oírla le pregunta: ¿Qué tienes en casa? Ella responde: una vasija de aceite. Busca muchas vasijas prestadas y encerrada en tu casa con tus hijos llénalas y ponlas aparte, le pidió Eliseo. La viuda lo hizo así y el aceite se multiplicó. La mujer regresó para contar lo ocurrido y recibió la instrucción de vender el producto, para cancelar la deuda y vivir bien el resto de los días.
La crisis es un tema común para muchos. Países, familias, iglesias, organizaciones o empresas han atravesado en alguna oportunidad, por lo menos una muy significativa.
Las crisis inician, se desarrollan y concluyen. Cuánto duran, no lo sé. Pero, sí, que así como inician, se desvanecen. Ellas tienen un propósito y por lo tanto, no tiene sentido durar más de lo establecido. Ni mucho, ni poco. Es como cuando se llena un vaso con agua, no se vierte más de lo debido, seria absurdo.
El escritor del libro de Reyes, no especifica cuánto duró el momento crítico de la viuda. Solamente describe su inicio y su final feliz. La escasez, la hambruna, la deuda, el miedo, la humillación, la derrota y la angustia,  terminaron, dejaron de existir para ella y su familia.
Dios permite las crisis, pero no como castigo y jamás te dejará sin su compañía. Hace un seguimiento, día a día, mes a mes y año a año, es decir, todo el tiempo de la prueba. La fe en un Dios compasivo, debe sobrevivir en medio de las aguas agitadas de la crisis.
Existen varios de tipos de crisis. Las hay familiares, laborales, emocionales, espirituales, económicas, entre otras y todas tienen algo en común; tienen un final.
Por muy grande que sea la angustia, ten paciencia, espera en oración. ¿Ha sido muy larga? Tal vez está por terminar, mientras más tiempo tenga, significa que le queda poco. Dios tiene en su mano el límite de tu crisis y también la bendición.
“Pues nosotros consideramos felices a los que soportan con fortaleza el sufrimiento. Ustedes han oído cómo soportó Job sus sufrimientos, y saben de qué modo lo trató al fin el Señor, porque el Señor es muy misericordioso y compasivo” Santiago 5:11 (DHH)

lunes, 9 de marzo de 2020

La mejor sonrisa



El diseño de sonrisa, es un procedimiento odontológico que permite darle al paciente, un mejor aspecto a su dentadura, mejorando su salud y bienestar emocional. Consiste en tomar fotos y radiografías, que después, van a un programa avanzado para diseñar la sonrisa ideal. Luego, se le presenta el diseño  al cliente, para ver si son los cambios que espera o quiere hacer, sean dientes más blancos, más cortos o más unidos. Ya proyectada y visualizada la sonrisa, se espera la aceptación del solicitante, para iniciar el trabajo requerido.
Hay una sonrisa que es muy natural, sencilla, sincera y espontánea, la que se refleja cuando se hace algo bien.  
Generalmente, cuando el atleta cruza la meta, el bateador conecta un vuela cercas, al boxeador le levantan la mano, surge la sonrisa, casi inmediatamente.
Es la que se dibuja en el rostro, por la satisfacción de hacer algo bueno por otros o cuando la tarea queda bien hecha.
Me imagino, que esta sonrisa estaba en el rostro de Jesús, cuando dijo en la cruz: “CONSUMADO ES” dando como finalizada, impecablemente la obra encomendada por el Padre.
Este tipo de sonrisa emerge de la satisfacción del deber cumplido. Sin notarlo, se hace, incluso estando a solas. Ocurre cuando se realiza un acto de servicio y se conoce que produjo algún cambio, un beneficio para una persona o para un grupo particular. La persona puede estar seria o molesta, pero cuando alguien dice, que gracias a ella, sabe cocinar, exponer, pintar, leer, cocer, manejar o  redactar, la cara inmediatamente cambia.
Estoy seguro, que de esta manera, sí se logra la verdadera salud física y emocional. Se cambia y también el mundo es transformado. Entonces, a realizarlo más a menudo.
Tal vez sonriendo, el Apóstol Pablo escribió: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” Gálatas 6:9.
Después de un acto de servicio, Dios diseña para tu rostro, la mejor y más bella sonrisa.