Te espero, mas no tan pronto.
No te llamo; sé que vendrás.
No bajaré la cabeza a tu llamada.
La mantendré erguida completamente,
Seguro de haber hecho lo correcto.
Cuando te presentes no habrá
Dudas, temores ni remordimientos.
Con fe, confianza, paz y seguridad veré
tu rostro.
Tu arribo no será una derrota o final,
Tu advenimiento traerá la victoria
jamás alcanzada.
Aparecerás sin voluntad propia,
Te riges por alguien superior a ti.
Colocar límites no se te ha concedido.
Llegarás justo en el instante indicado,
Cuando el reloj divino se paralice para
mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario