No hay gallos por mi casa, aseguraba constantemente porque
no escucha a ninguno cantar. Lo hacía en tono de queja porque me gusta oírlos
siempre. Hace pocos días mi esposa, que madruga a diario para preparar comida a
mi hijo que trabaja, me levantó para que le cambiara la bombona por haberse
acabado el gas. Como el proceso tardó un poco más de lo normal, por problemas
con el regulador, pude escuchar no tan lejos al menos tres o cuatro
quiquiriquí, quiquiriquí. Desde entonces comprendí que estaba equivocado, sí
hay gallos cerca de mi casa y su existencia no depende de si los oía o no.
Hay una historia un poco chistosa que hace referencia a
esto:
Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y entabló
una conversación con el barbero.
En un momento de la conversación el barbero dijo: -Yo no
creo que Dios exista.
-¿Por qué dice usted eso? - preguntó el cliente.
Es muy fácil, al salir a la calle se da cuenta de que Dios
no existe...
Y si no, dígame. Si Dios existe ¿por qué hay tantos
enfermos? ¿Por qué hay niños abandonados?
No amigo, si Dios existiera, no habría sufrimiento, ni tanto
dolor para la humanidad. No puedo pensar que exista un Dios que permita todas
esas cosas.
El cliente se quedó pensando y no quiso responder para
evitar una discusión.
Al terminar su trabajo, el cliente salió del negocio y vio a
un hombre con la barba y el cabello largo.
Entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero.
-¿Sabe una cosa? Los barberos no existen.
-¿Cómo? ¿Y yo, que soy?
-! No! dijo el cliente, los barberos no existen repitió el
hombre, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan
larga como la de ese hombre.
-Los barberos si existen, el problema es que esas personas
no vienen hacia mí.
-Exacto...! dijo el cliente. Ese es el punto. Dios sí
existe, lo que sucede es que las personas no van a Él y no le buscan, por eso
hay tanto dolor, guerras, hambre, miserias...
Dios existe independientemente de mi creencia o cercanía a
él. El diccionario de la lengua española define a la aseidad de la siguiente
manera: Del lat. a se 'por sí mismo' e -idad. f. Atributo de Dios, por el cual
existe por sí mismo o por necesidad de su propia naturaleza. Esta cualidad hace
a Dios independiente de un creador. Tiene auto-existencia, no es criatura como
los demás. No tiene principio ni fin, es decir siempre ha existido. Y esto lo
hace diferente de los otros dioses.
Como estoy seguro de su existencia le agradezco a diario por
la vida, su amor, cuidado y provisión. Creo que todo lo que dice la Biblia es
verdad al leer de la vida eterna en él, de la creación y de la venida de
Cristo. Oro con confianza y fe creyendo que hay alguien que me escucha,
comprende, conoce y lleva mi carga. Sé a quién obedezco y no me es difícil
cumplir sus mandamientos. Con placer le adoro por lo que es y lo que significa
para mí. Fueron mis lágrimas mi pan de
día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? Salmo
42:3
Al ver la incredulidad de algunos digo: NO, EXISTE DIOS.
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