martes, 16 de junio de 2015
Ven, amor.
Ven, no te tardes amor.
Ven, lucero refulgente a iluminar mi eterna noche lúgubre y opaca.
Ven, con tus manos y dedos mágicos a dar calor y movimiento a este estático cuerpo.
Ven, fragancia marina y celestial a despertar mi olfato y fusionarnos sin importar si huelo a mar y tú a cielo.
Ven, amor no me hagas esperar, se le desgastaron ya las horas a mi reloj.
Ven, que mar inmenso es mi lecho y con bosque nublado me arropo.
¿Por qué estás distante?
Mi sueño, mi verso, mi nostalgia, mis pensamientos y mis lágrimas reprochan tu ausencia ven amor, ven pronto.
Acaricia con tus palabras mi ego, rózame con tu voz, apaga este silencio abrumador.
Ven, río caudaloso y termina con esta sequía de ti, hidrátame con tu amor.
Ven, escritura infantil y garabatea en mis pensamientos tu silueta.
Prémiame con tus besos de miel, con abrazos fuertes e infinitos, con tus ojos dormidos, con la música de tu corazón, con tu piel suave, tibia y perfumada.
Ven, amor no te tardes, sé que tú también me extrañas.
Ven, galena nocturnal y sana este horrible mal, enfermo estoy de ti.
No esperes hasta el amanecer…
Ven, que no sé si es más grande mi espera o tu angustia por llegar.
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