jueves, 22 de noviembre de 2012

VALE LA PENA REPARAR


Hace algunos días mi esposa, Aura,  me pidió que le reparara unas sandalias que estaban despegadas y tenía tiempo sin utilizar.
Luego de regar la pega de zapato y tratar de unir las dos partes despegadas vino a mi mente el matrimonio.
¿Cuántas veces hemos dado por perdida nuestras relaciones de parejas cuando aún hay tiempo para hacer significativas reparaciones?
El matrimonio requiere que hagamos “reparaciones” en la comunicación, la intimidad sexual, gasto del dinero, crianza de los hijos,…
No botamos las sandalias, el arreglo le dio más tiempo de vida útil.

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